Chistes colorados para adultos – Rojos

Hablar de chistes colorados es hablar de chistes que giran en torno al mundo sexual. Son también conocidos como chistes rojos, e incluso en algunos países como «chistes verdes», chistes picantes, pícaros, picantones, o de doble sentido.

Posiblemente, la etimología «Colorados» procede del propio hecho de avergonzarse, quedarse con la cara colorada, sentir rubor, encoger el ánimo, sonrojarse y abochornarse tras algún tipo de chascarrillo, provocando sofocos, la subida del pavo, o que la cara se caiga de vergüenza, dejando que salgan los colores al rostro y permitiendo al personaje que se vaya con el rabo entre las piernas…

Ahora es su turno. Deseamos que la siguiente colección de chistes no le pongan colorado y consigan hacerle reír.

Chiste 1:

Se despierta marido y le dice a la mujer:

  • Estaba soñando que mi pene hablaba.
  • Ah, ¿Si?
  • Si, y tenía voz de pito…

Chiste 2:

Un anciano de 80 años entra en la consulta del médico y le dice:

  • Doctor, Doctor, estoy muy preocupado. Cuando tengo sexo con mi mujer, escuchó silbidos…
  • ¿Y qué quiere usted escuchar con 80 años? ¿Aplausos?

Chiste 3:

Dos mujeres tomando café. Una edición a otra:

  • Mi marido es una fiera en la cama
  • Ah ¿Si?, ¿Qué hace el amor de manera salvaje? ¿Te clava las uñas? ¿Lo hace muchas veces seguidas?
  • Que va, se orina las sábanas para marcar

Chiste 4:

Dos amigos que se encuentran después de mucho tiempo y uno de ellos le pregunta al otro:

  • Yo sigo siendo panadero, ¿y tú? ¿Sigue siendo trapecista?
  • No no, ahora soy mago.
  • ¿Ah sí? ¿Podrías hacer un truco de magia?
  • Claro que sí. Date la vuelta, bájate los pantalones, baja la ropa interior, e inclínate hacia delante

El amigo, le obedece, y el mago se coloca por detrás de él. Unos instantes después, el mago le pregunta:

  • ¿Puedes notar mi dedo en tu culo?
  • Si
  • Pues mira mis manos…

Chiste 5:

En una aldea africana, un hombre negro, corre enfurecido hacia el sacerdote  misionero y le dice:

  • Vengo a que me des una explicación. Mi mujer acaba de dar a luz un bebé completamente blanco, y tú eres el único blanco de la región que hay en 500 km a la redonda.

El misionero, ligeramente avergonzado le contesta:

  • ¿Ves ese rebaño de ovejas de ahí? ¿ves allí que entre todas las ovejas blancas, hay un corderito negro? A veces, la naturaleza es caprichosa y juega con nosotros. Es mucho mejor no hacerse ninguna pregunta. Sólo Dios tiene las respuestas.

El negro, con un tono más calmado y en voz baja, le susurra al misionero:

  • Muy bien hermano, yo no diré nada sobre el niño blanco, pero tú no dirás nada sobre la oveja negra.

Chiste 6:

Una mujer acude a ginecólogo acompañada de su hija de 10 años, para que le haga la primera revisión. Cuando la niña sale de la consulta, su madre le pregunta:

  • ¿Qué te ha dicho el médico?
  • Que tengo el clítoris como un melón.
  • ¿Cómo un melón de grande?
  • No, como un melón, dulce y sabrosón!

Chiste 7:

El rey Arturo se despierta una mañana, abre la ventana y descubre que había escrito en la nieve “Arturo cornudo”. Enfurecido, corre donde el mago Merlín y le ordena que busque al culpable.

Dos días después, Merlín le dice al rey Arturo:

  • Tengo que darte dos noticias, una buena y una mala ¿cuál quieres conocer primero?
  • La buena
  • he descubierto que el mensaje lo escribió con su orina el caballero Lancelot.
  • ¿Y la mala noticia?
  • Que la caligrafía es de la reina Ginebra.

Chiste 8:

Un amigo le dice a otro:

  • Al final, he decidido hacerme la vasectomía.
  • Habrá tenido que ser una decisión difícil ¿no?
  • Ya lo creo. Hicimos una votación popular entre mis hijos, mi mujer y yo, y al final perdí por 16 a 17.

Chiste 9:

En la sala de espera de un hospital, enferma enfermera y le dice a uno de los hombres:

  • Enhorabuena, ha tenido usted cuatrillizos.

El hombre, totalmente feliz y orgulloso exclama:

  • Siiiii, es que tengo un cañón!
  • Pues a ver si lo limpias, porque los cuatro te han salido negros.

Chiste 10:

Un francés, un alemán y un italiano caminan por el desierto, cuando son atacados y secuestrados por un grupo de árabes. Los desnudan, y los atan con las manos en la espalda sentados en tres sillas.

Llega al jefe de los árabes y le pregunta al francés:

  • ¿A qué te dedicas en Francia?
  • Soy herrero

Entonces, el árabe toma un martillo y le golpea violentamente en el rabo. Después va donde el secuestrado alemán y le pregunta:

  • ¿A qué te dedicas en Alemania?
  • Soy carnicero

Entonces, el árabe toma un machete, y ZAS!. Le corta violentamente el rabo. Posteriormente, le toca el turno al italiano y le pregunta:

  • ¿A qué te dedicas en Italia? ¿Y por qué te ríes?
  • Tengo una heladería … Chupa! Chupa!

 

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